La sociedad de la informacion y la responsabilidad digital
El avance del desarrollo de las sociedades está relacionado al manejo de la información, los artículos que hace pocas décadas eran parte de la ciencia ficción, ahora los tenemos al alcance de la mano (literalmente) y los manejamos cotidianamente para realizar actividades simples y complejas:
- comunicaciones directas con otras personas basadas en texto e imágenes
- videoconferencias
- lectura de noticias
- entretenimiento
- compras en línea
- tomar fotografías
- mantener listas de actividades
- realizar transacciones financieras en línea
- realizar trámites públicos en línea
- acceso a contenido digital
- más recientemente, pago de servicios
- llamadas telefónicas, aunque cada vez menos
La mayor parte de gobiernos alrededor del mundo tienen entre sus objetivos el poner a disposición de sus respectivas poblaciones servicios en línea que faciliten los trámites que los ciudadanos deben hacer en relación con el Estado, así como la publicación de información de rendición de cuentas, reporte de incidencias, etc.
Es razonable pensar que el manejo de la identidad (o identidades) digitales de una persona entraña ciertas responsabilidades de las que nuestros mayores estaban excentos. Ellos no tenían la capacidad (o facilidad) de realizar las actividades de la lista anterior en línea, así que no debían preocuparse por lo que pudiera pasar con la información ya que ésta no existía (al menos en la medida y la forma en que hoy existe). Al tener que manejar credenciales de acceso para un número creciente de servicios/portales/páginas web en línea, es necesario que tengamos conciencia de que habrá medidas que tomar que llegan como algo nuevo, el uso de recursos informáticos de hardware, software y comunicaciones introducen la necesidad de responsabilizarnos no solamente por la integridad física de tales elementos, sino por su integridad digital.
Así que se esperaría de nosotros, usuarios de la información digital en línea, que nos responsabilicemos por la custodia y el uso que damos a nuestras credenciales, así como de los contenidos que generemos, tanto en interacciones personales privadas como en interacciones en sitios donde tales interacciones quedan registradas permanentemente.
El mundo que enfrentamos nos ofrece recursos nuevos que requieren nuevas responsabilidades.